Toma un poquito más, roba algo, de igual manera me quedaré con los restos. Sigue, por favor no pares, arranca lo que quieras, llévate lo que necesites, sin permiso, sin sentirlo, porque al fin y al cabo siempre te he dado.
Así que adelante, toma un poquito más, quédate con lo que deseas, si no eres tú, alguien más vendrá, a alguien más le daré, pedazos y retazos de lo que necesite. ¿Una mano? Cógela, no importará. Echa todo al traste y llévate mi corazón, mi alma, mi bolsillo, mi mente, mis pensamientos y mi ser. Ya no son míos son tuyos y de él, de ella, de ellos, que roban, alteran y no lo notan.
¿Ladrón? No, para nada, si en esta vida tú solo has sido un bufón que cree que por chiste y alegría se roba la vida mía. Que pase el tiempo y todo siga, un poquito no será una pesadilla. ¿Qué deseas tomar? ¿Cómo te puedo servir? Una fiel sumisa que a todo dirá que sí, por complacer, por entender, por tratar de remediar aquello que desde su infancia ha estado mal. Un poquito, solo un poquito más y todos ustedes la copa van a rebosar.